En el léxico del cambio climático, una palabra aparece con más frecuencia que cualquier otra: "carbono". Las emisiones de carbono, la captura de carbono. Estos términos están en boca de todos. La razón es el dióxido de carbono (CO2).
De acuerdo al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, el CO2 es el motor más importante del calentamiento global. El dióxido de carbono en la atmósfera, se encuentra en su nivel más alto en al menos los últimos 800.000 años.
La quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas añaden, en la actualidad, cerca de 40 mil millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, cada año, produciendo una acumulación sin precedentes.
Nasa se encuentra a punto de lanzar una nave espacial para realizar un seguimiento a este gas, de efecto invernadero. El Observatorio Orbital de Carbono-2 se encuentra en los preparativos finales para el lanzamiento el 1 de julio desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea en California.
También conocido como el "OCO-2", el satélite de órbita polar, proporcionará una visión global de las fuentes naturales de dióxido de carbono y humanos. Los datos de OCO-2 será utilizados para cuantificar el dióxido de carbono "sumideros".
"Saber qué partes de la Tierra están ayudando a eliminar el carbono de nuestra atmósfera nos ayudará a entender si pueden seguir haciéndolo en el futuro", explicó Michael Gunson, científico del proyecto del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa, OCO-2.
Fuente: Miami Diario.