Contribuir con la formación humana e intelectual de infantes, jóvenes y adultos es una labor loable. Este año, tras el confinamiento producido por el Covid-19, en un pestañar de ojos, los maestros tuvieron que dejar las aulas para impartir docencia desde sus hogares con un computador, un celular o una tableta.
Al asumir este desafío tuvieron que ajustar los contenidos a la modalidad virtual y a los horarios acordados con sus alumnos. Sin duda, este desafío hizo que su misión de enseñar se dimensionara por la entrega y pasión que demostraron Como muestra de agradecimiento, dentro y fuera del país son honrados por su valentía y calidad humana. Así, lo hemos visto en varios programas locales y extranjeros con historias que enorgullecen.
En República Dominicana, cada 30 de junio se celebra su día; también es el natalicio del profesor Juan Bosch, quien fue presidente y un prominente escritor que nos legó importantes obras, entre ellas “Cuentos escritos en el exilio”, “Más Cuentos escritos en el exilio”, “Rosa”, que la Compañía Nacional de Teatro ha llevado a las tablas.
A todos los maestros dominicanos y extranjeros, les honramos con estos párrafos en los cuales reconocemos su labor, compromiso e interés de formar seres humanos solidarios y capaces de asumir los retos de la vida. Este agosto cuando reinicien las clases, sus rostros estarán cubiertos con las mascarillas obligatorias para evitar el contagio del Covid-19, pero sus corazones seguirán con la misión de educar y aportar al porvenir para esta nación. Así será...
¡Felicidades a los maestros dominicanos!