El
sector agropecuario cuenta apenas con un 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB)
en República Dominicana
Oxfam considera que la agricultura familiar campesina es una prioridad poco clara para el Gobierno dominicano
jueves 01 de agosto de 2013, 03:43h
La organización lamenta que en un informe elaborado por el
Índice de Transparencia Presupuestaria para agricultura familiar, la República
Dominicana destaca negativamente por ser el país con la peor valoración de
todos los países evaluados, con una nota de 22 puntos sobre cien, seguido de
cerca por Nicaragua y Haití.
La
oficina de Oxfam en República Dominicana señaló hoy, miércoles, que a pesar de
que el 81% de las unidades productivas en el país son de pequeña escala no
existe una focalización clara de políticas agrarias para ese tipo de
producción.
Oxfam, que es una
confederación internacional de varias organizaciones que labora contra el
hambre y la pobreza en el mundo, exhortó al Gobierno dominicano a que defina
políticas sobre agricultura familiar campesina (AFC), la cual afirma es la manera
de producción dominante de alimentos en el país.
Destacó la directora de Oxfam en República
Dominicana, Rosa Cañete, que alrededor de la agricultura familiar campesina se
deben elaborar estrategias para la economía nacional y la soberanía y seguridad
alimentaria. "La inversión en la AFC es
una manera eficiente de reducir la pobreza", aseguró Cañete. "El crecimiento de
la pequeña agricultura repercute en las personas más pobres el doble que el
crecimiento en otros sectores".
Indica la
directora de Oxfam que "se estima que el 80% de los alimentos que consumimos
son de producción nacional y de estos una gran parte es proporcionada por la
pequeña agricultura". Las declaraciones
de Oxfam se realizaron al presentar los informes regionales de su campaña Crece,
"De promesas a prioridades" y "Las cuentas no cuentan", esta miércoles 31 de
julio en el Centro Cultural de España de Santo Domingo (CCESD).
El sector de la agricultura familiar campesina
no está formalmente reconocido ni incorporado en la programación presupuestal
de la mayoría de los países estudiados en América Latina para la evaluación de Transparencia
Presupuestaria para AFC. Incluso, dentro de esas naciones estudiadas -unas 10
en total-, la peor nota la saca República Dominicana, antecedida por Nicaragua
y Haití. Para Oxfam estos datos contrastan con la importancia de la
participación de este grupo productivo en la estructura agropecuaria y en las
supuestas prioridades políticas.
Prioridad gubernamental en entredicho
Apuntó
Rosa Cañete que a pesar de acciones emprendidas por el Presidente de la
República, Danilo Medina, las cuales el mandatario ha asegurado son acciones
que demuestran la prioridad agrícola del gobierno que dirige, lo consignado en
Presupuesto Nacional del 2013 para el sector agropecuario es apenas un 0.5% del
Producto Interno Bruto (PIB), solo un 2.2% de todo el Presupuesto Nacional.
Además de ser bajo los montos asignados al
sector agropecuario, según los datos d Oxfam, es poco lo que está dirigido a
los pequeños productores del campo. "En
general se prioriza la producción de cultivos específicos, y con un fuerte
enfoque a la producción "convencional" y comercial, y sistemas de producción
intensivos en el uso de insumos", declaró Rosa Cañete.
Agregó la directora de Oxfam en el país que "los
recursos públicos destinados al desarrollo y promoción de técnicas agroecológicas,
el manejo sostenible de los recursos naturales, el cultivo de productos
tradicionales y el desarrollo empresarial de la agricultura familiar campesina son
considerablemente menores a pesar de su importancia para el desarrollo integral
y sostenible del sector".
Aunque el 50%
de los alimentos consumidos en América Latina son generados por la agricultura
familiar campesina (AFC), indica Oxfam, el gasto público dirigido a ese sector no
llega ni a un 0,2% de los presupuestos nacionales de los países estudiados. Esos países, además de República
Dominicana, son Brasil, Perú, México, El Salvador, Bolivia, Paraguay, Colombia,
Haití y Nicaragua.
El tema de la
seguridad alimentaria es un tema que políticamente abordan todos los países de
América Latina, pero por lo general el enfoque es más asistencialista que de
impulso a la producción de alimentos, explicó Rosa Cañete. Destacó que El
Salvador, México, Nicaragua y República Dominicana son los países estudiados
con una mayor orientación hacia el asistencialismo que hacia la producción, con
políticas muy enfocadas en apoyar el ingreso de las poblaciones vulnerables y
el acceso a alimentos básicos mediante ayuda alimentaria.
Para Oxfam es fundamental que el Gobierno
dominicano y otros de Latinoamérica puedan "reorientar el gasto público en agricultura
hacia un modelo productivo que tenga como puntos clave la sostenibilidad y una
justa distribución de los recursos". Explica
Cañete que "no se trata solo de incrementar el gasto público. Se deben desplegar
esfuerzos para redistribuir los recursos disponibles de forma justa y
respondiendo a las necesidades de los diferentes tipos de productores/as, a
través de líneas diferenciadas de acción".
La pequeña agricultura juega un papel
importante en la protección de los recursos naturales a través del desarrollo
de prácticas agrícolas sostenibles y de una agricultura que provea servicios
ambientales, afirmó la oficina de Oxfam en el país. "En contraste con la gran producción de
plantaciones comerciales, la pequeña agricultura tiene una mayor capacidad para
adoptar métodos de cultivo que contribuyan a conservar los suelos y a reducir
la contaminación por agroquímicos", afirmaron.
Poca transparencia presupuestaria
Para "Las cuentas no cuentan", Oxfam evaluó 10 países de América Latina y
el Caribe bajo su Índice de Transparencia Presupuestaria para la Agricultura
Familiar y Campesina (ITP-AFC). "La transparencia presupuestaria es una condición clave
para mejorar el gasto público y la calidad de vida de millones de personas y en
líneas generales, se evidenció que ninguno de los países estudiados cumple con
las condiciones óptimas de transparencia y gestión presupuestaria", indicó
Oxfam.
La República Dominicana se destaca por tener la
peor valoración con 22 puntos de 100 entre todos los países evaluados. El
Índice revisa 14 variables organizadas en cuatro ejes: bases de información,
rendición de cuentas, acceso a la información y participación de productores en
la definición del presupuesto. El país obtiene una baja puntuación en todas las áreas
pero donde más tiene que mejorar es en la rendición de cuentas donde obtiene un
3 sobre 25.
"Pese a que la ley de presupuesto obliga a especificar en el
presupuesto y su ejecución la demanda o
población a ser atendida, los resultados y metas físicas, los medios de
verificación de cada producción y su relación con los recursos previstos, esto
al igual que en otras dependencias no se han cumplido tradicionalmente",
expresa la organización internacional.
"No hay evidencia estadística ni
cualitativa que permita determinar con precisión el perfil de las unidades
productivas beneficiarias de las intervenciones públicas en agricultura",
externó Oxfam. Según el estudio "sin transparencia y una adecuada gestión
presupuestaria que implique procesos participativos, los pequeños/as
productores/as no tienen cómo incidir sobre el gasto público que los afecta.
Los retos pendientes son darle mayor prioridad a las políticas de transparencia
presupuestaria en general, cumplir con las normas y obligaciones relevantes que
ya existen y promover espacios formales descentralizados que permitan a los
pequeños productores/as participar en la formulación, monitoreo y evaluación
del gasto público¨