El PRD actual: un partido, dos convenciones y una crisis que augura una división sin fecha de caducidad
Por DiarioHispaniola
viernes 02 de agosto de 2013, 11:11h
El expresidente y dos veces perdedor de elecciones
presidenciales, Hipólito Mejía; y Miguel Vargas Maldonado, perdedor de una
elección presidencial y presidente del Partido Revolucionario Dominicano
(aunque la otra facción asegura su período como presidente del partido ya
caducó), mantienen posiciones cada vez más irreconciliables, previendo muy
posiblemente una escisión definitiva que genere en la creación de un nuevo partido.
La pregunta es, ¿quién se quedará con el PRD? ¿Quién seguirá ostentando el
añejo logo del 'jacho encendio'?
La historia de divisiones internas del
Partido Revolucionario Dominicano (PRD) vivió ayer un capítulo más de una larga
saga de desencuentros internos, tantos que podría ser motivo para una colosal
novela de intrigas. El principal partido de oposición pareció ayer hundirse más en un
proceso de división cuando sus dos principales líderes celebraron reuniones por
separado de seguidores en las que volvieron a reiterar que cada uno de ellos
tiene la razón en sus planteamientos.
Jueves 1 de agosto de 2013, y
desde la mañana Santo Domingo en vilo por dos convenciones paralelas, una
organizada por Miguel Vargas Maldonado, candidato presidencial perdedor de las
elecciones del 2008; y la otra capitaneada por Hipólito Mejía, expresidente de
la República (2000-2004) y dos veces derrotado en elecciones presidenciales:
2004 y 2012.
Uno, Vargas Maldonado, es el presidente del PRD, o lo era hasta el
19 de julio del presente año, según la posición del otro PRD, que afirma su
mandato al frente del 'partido blanco' era de cuatro años, los cuales cumplieron
hace casi dos semanas. El otro, último candidato presidencial, Hipólito Mejía,
sufre la expulsión decidida por el Consejo Nacional de Disciplina del principal
partido opositor.
El expresidente dominicano
Hipólito Mejía lidera una de las facciones de esa formación que tiene en el
otro extremo al presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, quien fuera su
ministro de Obras Públicas durante los cuatro años de su mandato (2000-2004). Mejía,
quien fue expulsado del PRD luego de un juicio sumario por supuestos actos de
indisciplina, dijo ante centenares de sus correligionarios que para sacarlo de
ese partido "hay que tener calidad moral, pantalones y valor".
El
exgobernante reiteró, en ese sentido, la supuesta traición que dijo ser víctima
de Vargas cuando este no hizo campaña a su favor durante el proceso electoral
de mayo de 2012, que culminó con el triunfo del presidente dominicano, Danilo
Medina, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Además, afirma que
Vargas es un "aliado" del oficialismo que le utiliza para profundizar
la división partidaria y así lograr imponer sus políticas al país sin
prácticamente oposición alguna. La facción de Hipólito Mejía asegura una y otra vez que el
mandato de Miguel Vargas Maldonado ya
cesó, pues fue elegido para un período de cuatro años que comenzó el 19 de
julio de 2009. Las acusaciones de Mejía son tajamente negadas por Vargas Maldonado.
Entre ambos
la química o el 'feeling' parecen no funcionar hace mucho tiempo. Las dos
convocatorias el mismo día y bajo las mismas siglas de PRD no auguran un
entendimiento futuro, más bien agudiza una larga crisis que en teoría solo
afectaría a los miembros de dicho partido, pero que adquiere connotaciones
nacionales.
Y es que el más antiguo de todos
los partidos políticos existentes en el país, en el sentir de muchos analistas
políticos, no le hace un favor a la democracia o a al estatus denominado
democrático del país, ya que su labor de oposición -racional, constructiva,
pasional o la que fuese- está muy mermada por unos conflictos intestinos que se
vienen arrastrando hace ya varios años.