Durante el pasado fin de semana parte del cono principal del volcán cedió y la lava comenzó a brotar con más efusividad, generando alguna colada nueva, por lo que varias zonas que hasta el momento no corrían riesgo, se vieron afectadas. Hasta la fecha, según los expertos, las coladas de lava han afectado a más de 650 hectáreas y a unas 1.458 edificaciones, aunque el número de viviendas es algo inferior.