"La
actividad en una sala desordenada condujo a algo de lo cual las empresas, las
industrias y las sociedades quieren más: creatividad", indicó Kathleen Vohs.
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Vista de un escritorio diseñado por Henry van de Velde, expuesto en el Museo Nacional Germano de Núremberg, en Alemania. |
El escritorio pulcro y el desordenado tienen distintas ventajas
Por EFE
miércoles 07 de agosto de 2013, 11:00h
Los
investigadores de la Universidad de Minnesota encontraron que, cuando a los
participantes -que llenaron algunos cuestionarios, unos en un escritorio
ordenado, otros en uno desordenado- se les dio a elegir entre un producto nuevo
y uno ya establecido, los de la sala desordenada eran más propensos a elegir el
novedoso, lo que indica que un ambiente con menos reglas estimula una
liberación de lo convencional.
El
trabajo en un escritorio pulcro puede facilitar una dieta saludable, la
generosidad y una actitud convencional en la vida, pero un escritorio
desordenado tiene sus propias ventajas, como una mayor creatividad.
Según un
estudio encabezado por la psicóloga Kathleen Vohs, de la Universidad de
Minnesota, que publica hoy la revista Psychological Science, de la Asociación
para la Ciencia Psicológica de EE.UU., "otras investigaciones anteriores
encontraron que un ambiente pulcro induce a que las personas hagan cosas
buenas".
"No cometen delitos, no dejan basura por todas partes, son
más generosas", comentó Vohs, quien, sin embargo, aseguró que
"también pueden obtenerse resultados realmente valiosos estando en un
ambiente desordenado".
En el
primero de varios experimentos, se pidió a los participantes que llenaran
algunos cuestionarios, a unos en una oficina limpia y ordenada, y a otros en
una desorganizada, con papeles por todas partes y artículos de escritorio
repartidos sin ton ni son. Después se dio a los participantes la oportunidad de
que hicieran una donación para una obra de beneficencia y se les permitió que,
al salir de la oficina, tomaran de aperitivo una chocolatina o una manzana.
Vohs
explicó que la actividad en una sala limpia aparentemente alienta a que las
personas hagan lo que de ellas se espera y, en ese caso, donaron más dinero y
fueron más propensos a elegir la manzana en lugar del chocolate.
Pero los
investigadores no detuvieron allí sus pesquisas y formularon la hipótesis de
que el desorden puede tener sus propias virtudes y se les pidió que imaginaran
usos nuevos para las pelotas de ping pong. En términos generales, los
participantes en la prueba que estaban en la sala revuelta presentaron el mismo
número de ideas para usos nuevos que los de la sala ordenada, pero, según
jueces imparciales, los "desordenados" tuvieron ideas más interesantes
y creativas.
"Los ambientes desordenados aparentemente inspiran una
ruptura con la tradición y eso produce nuevos enfoques", concluyó Vohs,
quien aseveró: "Los ambientes ordenados, por el contrario, alientan la
convención y el comportamiento de acuerdo con las reglas".