La
tasa de pobreza cayó en Latinoamérica del 48 % en 1990 hasta el 28 % actual,
pero aún afecta a más de 160 millones de personas en la región.
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La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la mexicana Alicia Bárcena. |
La CEPAL señala que el problema más urgente de América Latina es la desigualdad
Por EFE
domingo 11 de agosto de 2013, 00:08h
La
inequidad se refleja en que, según datos de 2011, el ingreso del 20 % más rico
de la población es 17 veces mayor que el del quintil más pobre, y esa
diferencia llega a ser de 25 veces en los países con mayor desigualdad.
La
desigualdad es hoy el problema "más urgente" que debe afrontar América
Latina y el Caribe, dijo a Efe la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia
Bárcena, en vísperas de la Primera Reunión sobre la Conferencia Regional sobre
Población y Desarrollo que se celebrará en Uruguay.
La Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (Cepal), con apoyo del Fondo de Población de
Naciones Unidas (FPNU), organiza esta cita, que se desarrollará entre el 12 y
el 15 de agosto y en la que se pretende revisar y actualizar la agenda creada
en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) celebrada
en 1994 en El Cairo.
"El Cairo habló de pobreza. También mencionó el tema
de la igualdad, pero éste se ha puesto de relieve en América Latina" en
los últimos años, señaló Alicia Bárcena en una entrevista con Efe en Santiago
de Chile, sede del organismo regional de Naciones Unidas. Sobre los asuntos que
centraron la conferencia de El Cairo, Alicia Bárcena cree que "ha habido
un panorama de luces y sombras en la región", con éxitos en la reducción
de la pobreza y la mortalidad infantil y rezagos en mortalidad materna.
También
ha habido "avances, aunque lentos", en la igualdad de género y
especialmente en la autonomía física de las mujeres. En ese sentido, Bárcena
valoró los avances legislativos para combatir la violencia contra las mujeres,
que empero continúa siendo "un tema pendiente", así como los
progresos de acceso a la salud sexual y reproductiva, incluida la
disponibilidad de métodos anticonceptivos.
Pese a ello, las tasas de embarazo
adolescente se mantienen en niveles altos: el 30 % de los embarazos corresponden
a menores de 20 años y el 17 %, a menores de 16 años, muchas de ellas mujeres
pobres que no tienen acceso a la salud reproductiva. En cuanto al aborto, la
economista mexicana aseguró que la Cepal "no toma postura" y solo se
ocupa de aportar la mejor documentación a los Estados miembros para que estos
tomen decisiones informadas, pero sí apoya la autonomía física de la mujer, es
decir, que ésta sea sujeto activo de la toma de decisiones.
En mortalidad
infantil, la mejora ha sido significativa y en 2011 la tasa en casi todos los
países, con la excepción de Bolivia y Haití, estaba muy por debajo de la meta
de 45 por cada 1.000 nacimientos. En cambio, en mortalidad materna se han
logrado menos progresos y, aunque la tasa en todos los países excepto Haití
está por debajo del promedio mundial de 210 muertes por cada 100.000
nacimientos, existe una gran heterogeneidad intrarregional.
En el último medio
siglo se han registrado otros grandes cambios en la demografía de la región,
con una desaceleración en el crecimiento de su población; un cambio en la
estructura etaria, una fuerte urbanización y alteraciones en los flujos
migratorios.
Entre 1950 y 2013, la población regional llegó a triplicarse al
pasar de 167 a 625 millones, pero, debido a la caída en las tasas de fecundidad
se proyecta que solo crecerá un 11 % entre este año y 2025, cuando rondará los
680 millones.
Además, los menores de 15 años pasaron de representar el 40 % de
la población total en 1950 al 28 % en la década actual, mientras la proporción
de personas de entre 15 y 59 años aumentó del 54 al 63 %. Se espera que hacia
el 2035 haya más población mayor de 65 años que menor de 15. "Vamos a
tener una población envejecida en el futuro, y esto va a tener grandes implicaciones
en la política pública, de salud, de cuidados y de protección social",
advirtió Bárcena.
Por otra parte, más del 80 % de la población vive ahora en
ciudades, mientras las zonas rurales se han despoblado. A esa migración del
campo a la ciudad se suman además los flujos de migración intrarregional, como
los que se dan desde Perú y Bolivia hacia Chile, ejemplificó. En tanto, la
migración hacia Estados Unidos desde México se ha desacelerado, pero la
originaria de Centroamérica ha repuntado.
En Suramérica, la migración hacia
Europa también se ha frenado, "y de hecho se observa un proceso de
regreso", apuntó Bárcena. Todas estas dinámicas demográficas serán
analizadas en profundidad en Montevideo. "Esperamos sacar una agenda
potente y una buena declaración que pueda dar cuenta del compromiso político de
los Estados miembros", concluyó Bárcena.