El
exjugador del Barcelona, David Villa, marcó el gol del equipo madrileño.
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El delantero brasileño del FC Barcelona Neymar cabecea para marcar ante el Atlético de Madrid, durante el partido de ida de la Supercopa que se disputó en el estadio Vicente Calderón. |
Empate en la ida de la Supercopa de España entre un Barça discreto y un Atlético notable
Por EFE
jueves 22 de agosto de 2013, 12:26h
El gol del 'Guaje' fue en el minuto 12, mientras la
anotación barcelonista fue obra de un cabezazo de Neymar a pase de su compatriota Dani
Alves en el minuto 66. El partido se jugó ante 52,000 aficionados en el Vicente
Calderón. El definitivo partido de vuelta se jugara el próximo miércoles en el
estadio Camp Nou, en Barcelona.
Un
gol del brasileño Neymar levantó al Barcelona en un partido muy incómodo, en el
que sobrevivió con un testarazo de su fichaje estrella del verano, para igualar
la ida de la Supercopa de España frente a la altísima intensidad del Atlético
de Madrid, que anuló al conjunto azulgrana todo el primer tiempo.
Todo queda
abierto para la vuelta del próximo miércoles en el Camp Nou, porque el
Barcelona no repitió las sensaciones del anterior duelo ante el Levante y
porque el Atlético demostró su capacidad para discutir el trofeo al equipo
catalán con un magnífico gol de David Villa y un partido muy serio, solidario y
convincente.
No le bastó para superar al Barcelona, pero sí para contenerle y
desactivarle durante más de una hora, hasta la irrupción efectiva de Neymar, en
un duelo en el que el argentino Leo Messi fue sustituido en el descanso y en el
que el Atlético se dejó todo, planteó batalla e incluso se sintió ganador del
encuentro durante mucho tiempo.
No ha cambiado la fisonomía del Atlético y el
Barcelona para la nueva temporada. El primero mantiene las señas que tanto
éxito le han dado desde la llegada del argentino Diego Simeone, con una
intensidad innegociable y mucha verticalidad arriba; el segundo prosigue con su
precisión, su toque y su voracidad ofensiva.
Un estilo contra otro por la
Supercopa de España, por el primer título de un curso prometedor para uno y
otro equipo, que ofrecieron un primer envite más allá de los parámetros
previstos, porque la posesión del Barcelona fue irrelevante sobre la portería
de Courtois durante muchos minutos ante el enorme despliegue físico del
Atlético, con la insistencia que requiere su agobiante presión.
El concienzudo
plan diseñado por Simeone, agresivo y sin un milímetro de margen a la imaginación
de sus rivales cerca del área, también incluía un contragolpe trepidante. Esa
fórmula tan admirada del Atlético durante su historia provocó el primer gol;
una combinación perfecta que surgió de Koke, que continúo en una pared entre
Villa y Arda Turan y en un pase del turco culminado de volea por el asturiano.
Un golazo que Villa lo celebró como tal. Era el minuto 12.
Tocó el Barcelona,
sin llegada, sólo un tiro flojo de Pedro; corrió el Atlético con sentido hacia
adelante cada vez que arrebató la pelota a su adversario y se multiplicó en
defensa, en el corte y en la anticipación mientras el equipo azulgrana buscaba
el hueco entre el repliegue del conjunto local.
No necesitó ni siquiera
quitarle la posesión al Barça, que se marchó al descanso con la sensación de
atasco en ataque, con sólo dos lanzamientos más, ambos muy desviados, el
primero altísimo de Messi, prácticamente desapercibido en el primer tiempo,
desconectado por la omnipresencia rival y sustituido en el intermedio por Cesc.
Ante la sorpresa de la grada por el cambio comenzó la segunda parte con
ocasiones del Barcelona, de nuevo dueño de la pelota, pero apareció Courtois,
siempre un seguro para el Atlético, con una parada salvadora ante el chileno
Alexis Sánchez en su partido cien como rojiblanco y, después, con una estirada
a tiro de Iniesta.
El Barcelona, pese a las oportunidades, aún perseguía sin
éxito su fútbol imparable, ese que descompone y arrincona rivales con una
profundidad y una precisión incontestable. Fue entonces cuando su técnico, el
argentino Gerardo 'Tata' Martino, buscó soluciones en el banquillo. Lo tenía
fácil: el brasileño Neymar al terreno de juego.
Y el Barça, siete minutos
después, empató. No había generado muchas más ocasiones, de hecho las dos siguientes
habían sido locales, por medio de David Villa y el brasileño Diego Costa, pero
una internada por la derecha de Dani Alves y un centro al segundo palo
sorprendió a la zaga del Atlético.
Apareció por ahí Neymar para rematar de
cabeza el empate, de repente, como algo inesperado. Cambió el partido, Courtois
evitó el 1-2 frente a Alexis, el Atlético, en el que entraron Oliver Torres y
el brasileño Leo Baptistao, acusó el enorme esfuerzo de todo el choque, cerrado
con un empate a falta de los 90 minutos decisivos de la próxima semana en el
Camp Nou, el escenario que definirá quién gana la Supercopa.