Buenos
Aires, 13 feb (EFE).- El Gobierno argentino intensificó hoy las críticas contra
la manifestación en homenaje al fallecido fiscal Alberto Nisman prevista para
el próximo día 18 y sostuvo que "duele" que víctimas del atentado
contra la mutua judía AMIA marchen con narcotraficantes y políticos antisemitas
de ultraderecha.
"Si los que están convocando son narcos
y Cecilia Pando (política de ultraderecha), que debe tener un brote antisemita
fenomenal, si los que están participando son la gente de AMIA y la gente de DAIA,
junto a fiscales que no hicieron nada para que la causa avanzara, estamos en
presencia de algo que nos duele y nos preocupa", dijo hoy el secretario
general de Presidencia, Aníbal Fernández.
Nisman, fiscal especial de la causa sobre el
atentado contra la mutua judía AMIA que dejó 85 muertos en 1994, murió de un
disparo en la cabeza en su domicilio, el pasado 18 de enero, en circunstancias
aún no aclaradas por los investigadores.
Cuatro días antes, Nisman había acusado a la
presidenta, al canciller, Héctor Timerman, y a varios dirigentes vinculados al
oficialismo, de orquestar un plan para encubrir a los sospechosos iraníes del
atentado contra la mutua judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994.
El Ejecutivo argentino cargó contra la
convocatoria después de que manifestaran su apoyo a la marcha la política
ultraconservadora Cecilia Pando -que suele defender aspectos de la última
dictadura militar (1976-1983)- y el abogado Andrés Rabinovich, encargado de la
defensa un exjefe de policía acusado de vínculos con narcotraficantes y amigo
personal del fiscal Guillermo Marijuán (uno de los principales organizadores de
la marcha).
"Es preocupante cuando una marcha
muchos de los que convocan son aquellas personas que justifican el robo de
bebés de la dictaduras y abogados de reconocidos narcotraficantes", dijo
hoy en el mismo sentido el jefe de Gabinete del Gobierno, Jorge Capitanich.
Los fiscales organizadores de la marcha
rechazan las acusaciones de supuesto sesgo opositor en la iniciativa y aseguran
que se trata de una convocatoria para toda la ciudadanía que no se realiza en
contra de nadie, sino para recordar a Nisman y expresar solidaridad con su
familia y su equipo de trabajo.