Washington,
13 feb (EFE).- Estados Unidos dio hoy un paso más en su apertura a Cuba al
permitir la importación de algunos productos fabricados por "empresarios
independientes" cubanos, una medida sujeta a notables excepciones pero con
la que Washington busca dar más poder al pequeño sector privado de la isla.
Sin embargo, los estadounidenses no podrán
importar alimentos, productos agrícolas, alcohol y tabaco, productos minerales,
químicos, textiles, metales, maquinaria y equipos eléctricos, vehículos, armas
ni munición de Cuba.
El Gobierno del presidente de EE.UU., Barack
Obama, confía en actualizar periódicamente la normativa e ir eliminando algunas
de esas excepciones, con el fin de impulsar un intercambio comercial cada vez
más dinámico entre Estados Unidos y Cuba.
"Esta es otra medida destinada a apoyar
la capacidad del pueblo cubano de lograr un mayor control sobre sus propias
vidas y determinar el futuro de su país", indicó el Departamento de Estado
en un comunicado.
El incipiente sector privado en Cuba suma ya
unos 480.000 "cuentapropistas", como se denomina en la isla a los
trabajadores autónomos, que confían en que el proceso de normalización de
relaciones con Estados Unidos sirva de impulso a sus negocios.
El Departamento de Estado admitió hoy que no
puede "predecir" si el Gobierno cubano permitirá que los empresarios
cubanos exporten a EE.UU., pero espera "sinceramente que permita el acceso
de esta y otras nuevas oportunidades al naciente sector privado de Cuba".
Las importantes excepciones incluidas en la
lista hacen probable que las primeras importaciones de productos estén
"limitadas a alfarería y joyería artesanal", según dijo a Efe el
presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, Michael Shifter.
No obstante, "este es un paso
importante, porque sugiere que Estados Unidos quiere avanzar gradualmente para
alentar una mayor apertura económica en Cuba", afirmó Shifter.
"La reacción del Gobierno cubano
probablemente sea cauta. Tendrá que decidir hasta qué punto está preparado para
permitir el flujo de bienes y servicios entre los empresarios privados del país
y EE.UU.", añadió el experto.
Las empresas estadounidenses que deseen
importar productos de Cuba bajo la nueva normativa, que entra en vigor de
inmediato y está sujeta a impuestos y tasas, deberán aportar "pruebas que
demuestren el estatus independiente" de los empresarios cubanos con los
que desean hacer negocios.
Para ello, pueden proporcionar el permiso
que emite el Gobierno cubano a ciertos individuos que dirigen pequeñas empresas
en la isla o, en ciertos casos, puede ser suficiente "la verificación de
una organización independiente", según la normativa publicada hoy.
CubaNow, una organización del exilio cubano
partidaria de levantar el embargo y de abrir vías de diálogo con la isla,
celebró hoy las nuevas medidas, al asegurar en un comunicado que "abren un
nuevo horizonte para todos aquellos en la isla que buscan aumentar su autonomía
con la apertura de pequeños negocios".
Al anunciar en diciembre pasado el inicio
del proceso de normalización de relaciones con Cuba, Obama promulgó varias
medidas económicas, entre ellas la expansión de ventas y exportaciones
comerciales de ciertos bienes y servicios desde Estados Unidos y el permiso a
las instituciones estadounidenses de abrir cuentas en bancos cubanos.
Además, los viajeros que vayan a Cuba están
ahora autorizados a importar bienes valorados en 400 dólares, de los cuales no
más de 100 pueden consistir en productos de tabaco y alcohol.
En enero, Estados Unidos anunció la
suavización de las sanciones que limitaban los viajes de estadounidenses y
prohibían intercambios de bienes y capital con Cuba, lo que permite, entre
otras cosas, el uso de tarjetas de crédito estadounidenses en Cuba.
No obstante, el levantamiento completo del
embargo comercial requiere una acción del Congreso estadounidense, donde un
grupo bipartidista de senadores presentó este jueves un proyecto de ley que
acabaría con esa política y abriría las puertas a las exportaciones
estadounidenses a la isla.