Houston
(EEUU), 16 feb (EFE).- La superioridad actual del baloncesto de la Conferencia
Oeste en la NBA quedó demostrada de nuevo con el triunfo que su equipo logró
por 158-163 ante el del Este en la 64 edición del Partido de las Estrellas.
Una anotación que le dejó a un solo
punto de empatar la marca en poder del legendario Wilt Chamberlain (42), que
estableció en el Partido de las Estrellas de 1962, en San Luis (Misuri), pero
superó los 40, que otra leyenda, Michael Jordan, anotó en el de 1988.
Westbrook sí logró la mejor marca en una
mitad de Partido de las Estrellas con los 27 tantos que encestó en la primera,
tres mas de los 24 que habían logrado Glen Rice (1997) y Kyrie Irving (2014).
Tampoco entraba en las quinielas como
candidato al premio de Jugador Más Valioso (MVP), pero lo ganó con todos los
honores, y merecimiento, aunque el escolta de los Rockets de Houston, James
Harden, también hizo méritos al aportar 29 puntos, incluidos siete triples, de
los 25 que anotó su equipo en 65 intentos, y dio la ventaja definitiva al
equipo a falta de cinco minutos del final.
Mientras que el base Stephen Curry, de los
Warriors de Golden State, fue el que puso la magia en el toque y pase de balón
al protagonizar las jugadas más vistosas y emocionantes de un partido que tuvo
de todo menos buen baloncesto.
Solamente hubo estrategia en los dos saltos
de balón que se hicieron durante el partido.
El inicial, que fue histórico con los
pivotes españoles Pau y Marc Gasol, primera vez que dos hermanos lo hacían como
titulares y rivales, y el del inicio de la segunda parte, luego todo se
convirtió en barra libre para que las estrellas se divirtiesen al máximo y los
amantes al buen baloncesto bostezaran permanentemente.
Aunque la acción de los hermanos Gasol en el
salto inicial de balón fue la foto histórica y memorable que dejó el Partido de
las Estrellas en el Madison Square Garden, con el baloncesto español de gran
protagonista.
Pau,
el ala-pívot estrella de los Bulls de Chicago, ganó el salto y tuvo mejor
actuación que Marc, el pívot de los Grizzlies de Memphis, al prolongar su racha
de 15 partidos consecutivos con doble-doble tras aportar 10 puntos y 12
rebotes.
Mientras que Marc, que comenzó explosivo al
anotar seis puntos en el primer cuarto, luego ya no consiguió más, aunque sí
tuvo protagonismo dentro de la pintura al capturar 10 rebotes y al final
también disfrutó con la victoria del Oeste, por lo que hubo reparto de triunfos
entre ambos, como buenos hermanos.
El Oeste, con el cuarto triunfo en los
últimos Partidos de las Estrellas, llegaba a los 27 en la serie global, que
sigue siendo favorable al Este (37), pero desde el año 2000 ha ganado seis en
16 encuentros.
Estuvieron cerca las estrellas del Este, a
falta de dos segundos Pau Gasol anotaba la canasta que ponía el parcial de
158-161, pero Westbrook no falló desde la línea de personal y ahí también
comenzó su reinado de MVP.
Mientras que el alero LeBron James, de los
Cavaliers de Cleveland, que siempre aprovecha el gran escenario que continua
siendo el Madison Square Garden, se quedó sin lo que hubiese sido su tercer
premio de MVP, en una noche en la que tuvo otros logros individuales al superar
a Jordan como segundo máximo encestador.
James lideró la Conferencia Este con 30
puntos y llegó a los 278 en 11 Partidos de las Estrellas, sobrepasando los 263
que "Air Jordan" logró en 13 participaciones que tuvo.
"Westbrook es uno de los jugadores más
talentosos que hay dentro del baloncesto, algo que demuestra en cada partido y
por lo tanto no creo que tenga que decir nada más, su clase habla por si
misma", declaró James. "Siempre que juego ante los aficionados de
Nueva York es algo muy especial".
James ahora tendrá que esperar hasta el 2016
cuando se realice el próximo Juego de Estrellas, en Toronto (Canadá), el Día de
San Valentín, para entonces, si no está lesionado, su meta será superar los 280
puntos conseguidos por Kobe Bryant y arrebatarle la marca de máximo encestador.
Junto a James, también estuvo el único
jugador latinoamericano, el pívot dominicano Al Horford, que hizo historia al
formar parte de los cuatro que aportó su equipo, de los Hawks de Atlanta, con
el base Jeff Teague, el ala-pívot Paul Millsap y el escolta Kyle Korver.
Todos ellos dirigidos por su propio
entrenador en el equipo de Atlanta, Mike Budenholzer, que hizo que los cuatro
pudiesen estar juntos en el partido.
Mientras que el equipo del Oeste tuvo en el
banquillo al entrenador novato Steve Kerr, de los Warriors, que confirmó que ha
llegado para quedarse muchos años y hacer historia, como ya lo es la
celebración de la 64 edición del Fin de Semana de las Estrellas.