El autor
dice que Allende "se equivocó al mitificar la democracia chilena" y
sostener el discurso de que "la burguesía iba a admitir la destrucción de
sus privilegios por la vía democrática".
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El escritor español Mario Amorós, autor del libro |
Escritor español afirma Salvador Allende era más peligroso que Fidel Castro para Richard Nixon
Por EFE
martes 03 de septiembre de 2013, 21:33h
"El
Gobierno de la Unidad Popular (el Gobierno de Salvador Allende en Chile desde
1970 hasta el golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973), con su respeto
absoluto a los derechos políticos, sociales y humanos, era un ejemplo mucho más
peligroso para Nixon que Fidel Castro, porque rompía los mitos de la Guerra
Fría", subraya el escritor español Mario Amorós a pocos días de que se cumplan 40 años de la muerte
de Allende durante el asalto a La Moneda. Amorós es el autor del libro "Allende. La Biografía".
"Allende. La Biografía", publicado por Ediciones B, es el título de la obra en la
que este periodista e historiador, autor de otros seis libros sobre Chile,
condensa en 688 páginas 18 años de estudio a la historia de este país y aporta
abundante documentación inédita. "Creo que faltaba una biografía de
Allende de referencia. Yo he intentado escribirla, en la medida de mis
posibilidades", señala en una entrevista con Efe el autor del libro.
La obra será presentada este miércoles en Santiago de Chile y llegará el mismo día a las librerías
españolas. "Allende, pese a que es un icono, también es un gran
desconocido", por ejemplo, por su papel como ministro de Salubridad
(1939-1942), cuando fue "uno de los pioneros del sistema de seguridad
social en América Latina", opina Amorós.
"Desde mi punto de vista,
permanece atrapado en el 11 de septiembre (golpe de Estado de Augusto
Pinochet). Pero merece ser conocido también por su propuesta de un socialismo
democrático, que planteaba el respeto al pluralismo político y a los derechos
humanos", asegura.
En la biografía, Amorós aporta retazos de la
personalidad de Allende, al que describe como una persona divertida, amante de
la buena mesa y la ropa de calidad, y que jugaba con esa "leyenda
cultivada sobre su relación con las mujeres". El autor ha entrevistado a
16 personas y cita documentos de 15 archivos, 54 medios de comunicación
chilenos y otros 23 de otros nueve países, así como una bibliografía de 279
títulos.
Al profundizar en la vida de Allende, a Amorós le sorprendió "su
tenacidad y claridad política", al plantear ya en 1943 el programa
político que llevaría posteriormente a la Presidencia, así como su estrecha
relación con políticos, como el democristiano Eduardo Frei Montalva. La amistad
que les unía, sin embargo, empezó a resquebrajarse con la ascensión de Frei a
la Presidencia en 1964 y con la "campaña del terror" de la Democracia
Cristiana (DC) y la derecha, que plantearon que Allende quería implantar una
"dictadura estalinista", apunta.
Según señala, el asesinato en 1971
del exministro democristiano Edmundo Pérez Zujovic, atribuido a un grupúsculo
izquierdista, fue el comienzo de "la alianza férrea entre la DC y la
derecha que Allende no pudo romper en ningún momento". Al punto de que la
víspera del golpe, Frei Montalva, entonces presidente del Senado, y Patricio
Aylwin, jefe de la DC y más tarde primer jefe de Estado (1990-1994) de la
democracia, "sabían que iba a haber un golpe de Estado y no
alertaron" a Allende, afirma Amorós.
En el escenario internacional,
Allende se topó además con las maniobras subterráneas de Estados Unidos. "(Richard)
Nixon ordenó un golpe contra Allende antes de que fuera presidente y, cuando
fue elegido, ordenó una guerra civil no declarada. De manera paralela, Nixon
planteaba un discurso (público) de amistad entre dos naciones
democráticas", afirma Amorós.
Con todo, Amorós reconoce que Allende
"cometió errores y por supuesto no fue ningún superhéroe: era un ser
humano con sus flaquezas, debilidades y virtudes". A su juicio, Allende
"se equivocó al mitificar la democracia chilena" y sostener el
discurso de que "la burguesía iba a admitir la destrucción de sus
privilegios por la vía democrática", así como al valorar el papel de las
Fuerzas Armadas y su respeto a sus obligaciones constitucionales.
Por último,
"ni Allende ni la izquierda supieron dimensionar qué significaba la
experiencia chilena para Estados Unidos", afirma.