El
Festival Musical de Santo Domingo, evento cumbre de la música clásica en
República Dominicana, que organiza la Fundación Sinfonía, arrancó
el miércoles en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional, con el regio debut
del prestigioso violinista ruso Vadim Repin, quien demostró su virtuosismo y su
gran dominio del instrumento de cuerdas, con su personalísima interpretación
del Concierto en Re menor, Opus 47, para violín y orquesta, de Jean Sibelius.
Pese a
tratarse de una obra con claras dificultades técnicas, Repin mantuvo su dominio
instrumental, secundado por una gran orquesta sinfónica conducida por el
maestro Ramón Tebar.
Precisamente,
el programa inició con la impecable interpretación de Romeo y Julieta,
Obertura-fantasía en Si menor, de P. I. Tchaikovsky, escrita por sugerencia del
compositor Mily Balakirev en 1869, la cual "representa la primera auténtica
expresión del genio creador de Tchaikovsky", con cuya magistral ejecución
presentó credenciales la noche del miércoles la extraordinaria orquesta de este
Décimo Festival Musical de Santo Domingo.
El encantador
programa concluyó con la Sinfonía No.5 en Si bemol mayor, opus 100, del
compositor ucraniano Sergei Prokofiev, la cual, según describe en el programa
de mano Margarita Miranda Mitrov, "aunque escrita en el apogeo de la guerra, no
es una sinfonía guerrerista en sentido tradicional". La misma, está destinada a glorificar el
espíritu "alabando al hombre libre y feliz, a su fuerza, generosidad y la
pureza de su alma".