Alrededor
de uno de cada 88 niños en Estados Unidos sufre de autismo.
Los
autores advirtieron que los resultados son insuficientes para probar una
relación causal entre el parto inducido y el autismo, por lo que se necesitan
más estudios al respecto. Pero el estudio "proporciona pruebas
preliminares de que existe una asociación entre el autismo y la inducción o
aceleración del parto", algo que puede dar pistas ante el creciente
diagnóstico de autismo en niños en EE.UU, según Marie Lynn Miranda, coautora
del estudio e investigadora en la Universidad de Michigan.