En Nicaragua, así como en la región centroamericana, se identifican dos problemáticas que están obstaculizando el desarrollo de la cultura y los medios audiovisuales. Por un lado, existe una nueva generación de artistas curiosos por la producción cinematográfica y multimedia que no encuentran una oferta de formación de calidad que les permita capacitarse, crear y visibilizar su arte. Y, por otro lado, impera el contexto sociopolítico junto a una situación de emergencia sanitaria que vulnera la salud de los ciudadanos y obliga al distanciamiento social.