Centenares de miles de surcoreanos ocuparon hoy las calles del centro de Seúl por quinto sábado consecutivo para pedir la dimisión de su presidenta, Park Geun-hye, implicada en el sonado caso de corrupción de la "Rasputina coreana".
El presidente de EE.UU., Barack Obama, aseguró a su homóloga de Corea del Sur, Park Geun-hye, que cualquier "provocación" del régimen norcoreano encontrará una respuesta "fuerte y unida" de Washington y Seúl.