En los últimos años, Venezuela ha sido escenario de una intensa lucha política, marcada por la polarización y la intervención extranjera. En este contexto, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha jugado un papel controversial, siendo acusada de desviar fondos destinados a la ayuda humanitaria y de estar involucrada en tramas de corrupción que involucran a figuras de la oposición venezolana.