Cuando un corrupto y asesino gobernante hispanoamericano de hoy «exige que España pida perdón» nos quedamos impávidos e impasibles; sorprendidos de que un miserable ignorante, sanguinario y corrupto dictador, aplique su particular visión “despierta” de un evento histórico que ni siquiera conoce.
Cómo me acuerdo del viejo sabio de Brooklyn (Alfonso M. Becker)