Por María Fernández
Hace un año la imagen de Aylan Kurdi, un niño de 3 años que yacía muerto en la playa del mar Egeo, causó estupor, rabia y dolor en todos los rincones del planeta, pero de eso hace ya un año. Tras esa terrible fotografía, que sacaba los colores a una Europa que pasó de mirar hacia otro lado a cerrar sus fronteras, la crisis humanitaria se recrudece mientras espera una respuesta.