Un golpe de Estado ha sumido esta noche a Turquía en una situación caótica. Sectores de las fuerzas armadas turcas se sublevaron para tratar de hacerse con el poder en el país y decretaron la ley marcial. El Ejecutivo intentó sofocar la revuelta y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió a sus partidarios que salieran a las calles para frenar la sublevación, como así comenzó a ocurrir. A través de la televisión se pudo ver cómo los golpistas comenzaban a ser detenidos y los militares eran expulsados del canal de televisión estatal desde el que estaban controlando la información.