América acelera la apertura del espacio aéreo con cada vez más aeropuertos internacionales dispuestos a recibir turistas pero con una doble vara para los migrantes, que tienen más dificultad para moverse que antes de las cuarentenas. A su vez, el continente sigue, como el resto del mundo, atento a la salud del presidente de EE.UU, Donald Trump, positivo de COVID-19.