En las últimas semanas, distintos medios de comunicación han reseñado la opinión de economistas, analistas y distintas figuras vinculadas a los sectores político y empresarial refiriéndose a la necesidad de cambiar lo que ellos llaman “el modelo económico dominicano”. Un punto común en estas opiniones es que existe un convencimiento generalizado de que el cambio propuesto sería la “panacea” que permitiría resolver los grandes retos para lograr un crecimiento inclusivo de nuestra economía y alcanzar estados más altos de desarrollo.