La moneda sonrió a Argentina. La de los penaltis, que cayó de cruz para
Holanda. Ni albicelestes ni 'oranjes' ni Argentina ni Holanda, pese a
que estaba en liza meterse en la finalísima del Mundial, querían que les
ocurriese lo que a Brasil y decidieron no arriesgar ni un alamar en un
soporífero primer tiempo sin ocasiones de gol. Sin embargo, el
segundo... fue igual. De modo que llegó la prórroga en la que los
argentinos Palacio y Maxi Rodríguez sí tuvieron la ocasión de decidir
pero fallaron y se llegó a la ruleta de las penas máximas donde
Argentina hizo pleno y Holanda marró dos (4-2). Alemania, aún más
favorita por el desgaste físico de los de Sabella.