La decisión fue tomada luego que Capellán se reuniera en
el Palacio Nacional con el ministro Administrativo de la Presidencia, José
Ramón Peralta.
Entre los planteamientos
hechos al Gobierno, Francisco Capellán citó la necesidad de que les facilitaran
a las panaderías las impresoras para constancia y registro fiscal, que a
su decir, poseen un costo muy alto para las pequeñas panaderías.