El secretario general del PSOE tendrá un lunes más que complicado. Por la mañana, tendrá que convencer a los barones de su partido de que no traspasará sus líneas rojas en la búsqueda de un pacto de gobierno. Superado el trago, Pedro Sánchez deberá hacer lo mismo con Pablo Iglesias -Albert Rivera está descartado-, pero para que renuncie a las suyas. El referéndum en Cataluña es el gran obstáculo de unas negociaciones entre los principales partidos de la ‘oposición’ que corren paralelas a las de Mariano Rajoy cuya investidura es hoy por hoy más un deseo que una realidad.