Con sus intervenciones tanto Faride Raful como Margarita Cedeño se colocaron en un lugar preeminente dentro de las organizaciones políticas a las que pertenecen desafiando liderazgos constituidos fundamentalmente por hombres.
Las cuatro principales organizaciones política del país están obligadas a superar sus diferencias internas para mejorar sus capacidades, en especial cuando hay un desprestigio acentuado hacia estas instituciones por parte de los ciudadanos.