Los miembros del comité trabajan en secreto, sólo se desclasifica la información y los candidatos pasados 50 años y es un galardón en el siglo XXI con unas bases del siglo IXI. El inventor de la dinamita dejó escrito en su testamento, en 1985, que cinco noruegos elegidos por su Parlamento deberían elegir “a la persona que [en el año anterior] haya realizado el mayor o mejor trabajo por la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos, y la formación y difusión de congresos por la paz”.