Con la cumbre con Kim en juego, Trump dio dos opciones al líder norcoreano: si llega a un acuerdo sobre desnuclearización con Estados Unidos, se garantizará su permanencia en el poder, pero si no lo hace, sufrirá el mismo destino que el líder libio Muamar al Gadafi, que murió en 2011 tras ser derrocado con ayuda de la OTAN.