En las últimas décadas, a partir del documento Nuestra Diversidad Creativa que encabezado por Pérez De Cuellar realizara UNESCO en 1996, con las miras puestas en las puertas del nuevo milenio, se propuso y se generó un cambio de visión sobre la cultura, y la importancia de la misma como elemento generador de desarrollo y propulsor del crecimiento económico de las naciones, y en particular de aquellos países en vías de desarrollo como es el caso de América Latina y el Caribe.