Una sociedad mejor depende de cada acción nuestra, por mínima que sea. Cada palabra, cada gesto hace este Universo, más hermoso o más feo. Nada es inocuo. Todo tiene efecto de transformación en cualquier sentido.
Sin duda, esas supuestas “buenas intenciones” que no llegan a cumplir los políticos corruptos, son la caricatura de sus virtudes; porque todo ladrón abúlico que se propone volar, siempre acaba arrastrándose por el fango.